Ana pensó que lo ocurrido en el bosque había acabado pero estaba en un gran error.
Las noches pasaban y los rugidos de una criatura sedienta de sangre se escuchaba en la aldea y conforme pasaban los días más cerca de la aldea se escuchaban aquellos sonidos perturbadores de la bestia.
Cuando Ana y Diego deciden volver a la ciudad fue lo mejor que podían hacer para olvidar lo sucedido, pero Diego sentía que algo en el andaba mal ya que a pesar de estar recuperado no sentía esa satisfacción. Ambos volvieron a su vida normal pero una noche Diego comenzó a sentirse mal, comenzó a salirle bello en todo el cuerpo mientras sentía el dolor de ver su cuerpo transformarse en una criatura horripilante y en ese punto la bestia llegó a la ciudad.
Diego despertó en la calle con la ropa rasgada sin recordar lo que había pasado durante la noche, cuando volvió a su casa encontró 10 llamadas perdidas de Ana y varios mensajes que le decían que se comunique con ella lo más rápido posible. Diego se comunicó con Ana y hablaron de lo que había pasado durante la noche, una criatura idéntica a la del bosque había aparecido en la ciudad y había herido a unas personas y asesinado a algunas más; mientras hablaban de lo ocurrido diego noto que tenía una cicatriz de un corte en el hombro que al parecer sanó durante la noche.
Ana notó el silencio de Diego y le preguntó si él tenía algo que ver ya que antes de volver a la ciudad el curandero de la aldea les dijo que podría haber complicaciones a futuro, lo único que Diego le dijo a Ana es que no tuvo nada que ver. Pero Ana notó extraña la voz de su amigo y decidió ir a visitarlo a su casa.
Al llegar no lo encontró así que lo esperó pero las horas pasaban y no había rastro de Diego. Al promediar las 4:00 pm Diego regresó a su casa y Ana lo esperó. Diego se sorprendió por la presencia de Ana en su casa pero a la vez sintió aliviado.
Ana no pudo evitar notar preocupación y desconcierto en Diego y le pregunto:
-.¿Diego, tienes algo que contarme?.-
Diego volteo con mucha preocupación y la respiración agitada y le dijo con voz entrecortada:
-Ana, tengo algo que contarte. Lo que viste en las noticias lo hice yo.-
-No lo hice conscientemente, creo que tiene que ver con la herida que me causo esa bestia en el bosque porque desperté en otro lugar que no reconocí al momento.-
Ana escuchaba lo que Diego le decía pero temía que Diego haya herido a alguien, por lo que le pidió que intente recordar por dónde estuvo esa noche para iniciar una solución a todo esto.
Pasaban las horas mientras estaban pensando en una solución pero nada se les venía a la mente, la noche se asomaba y Diego comenzaba a recordar lo que hizo aquella noche pero no sentía ese dolor cuando se empezaba a transformar en una bestia; Por otro lado Ana buscaba en internet historias relacionadas con lo que le sucedía a su amigo. Diego recordó que hirió a pocas personas esa noche pero paso un detalle por alto, algo que le daría sentido a su problema y que posiblemente le ocurriría a las personas que atacó esa noche.
Diego decidió hablar con Ana lo que había recordado de aquella primera noche donde se convirtió en una bestia. Ana escuchaba atentamente lo que contaba su amigo sin descuidar su objetivo que era encontrar una solución al problema de Diego. Ana podía aparentar estar tranquila pero en el fondo estaba preocupada por lo que le podía pasar a su mejor amigo; de un momento a otro Ana voltea y mira a Diego y dice: -Diego, ¿la noche pasada había luna llena?-. Diego con la mirada extraña recordó que si había luna llena y asentó la cabeza. Empezaban a darse una idea de que lo horripilante sucedería cuando hubiera luna llena pero algo preocupante lleno los ojos de Diego y Ana que se miraron fijamente, era posible que las personas heridas por la bestia también se transformaran en la siguiente luna llena.
Amaneció y Ana dejó de ir a trabajar por ayudar a su amigo, entre búsqueda y búsqueda recordó algo del pasado, el curandero de la aldea les dijo que habría complicaciones en el futuro; además faltaban varias semanas para la próxima pero ambos sabían que no podían dejar pasar mucho tiempo. En el transcurso del día Ana se quedó dormida pero tuvo un sueño que le revelaría un recuerdo que el curandero le dijo en absoluto secreto, en el sueño estaba ella frente al curandero donde este le decía algo que ella había olvidado por completo pero lo cual debían hacer.
Después de tener ese recuerdo en el sueño pensó que debía hablar con su amigo sobre la posibilidad de volver a la aldea, al principio Diego se mostró reacio en aceptar tal idea pero muy en el fondo supo que podrían encontrar la solución en aquel lugar. Aun faltaban unas semanas para la siguiente luna llena y ambos optaron por volver a la aldea a buscar al curandero, al llegar a la casa del curandero se miraron fijamente mientras la tensión del ambiente se hacia mas grande ya que no sabían que información podían obtener del curandero.
Tocaron la puerta y el curandero les abrió y al instante recordó quienes eran los que habían venido a visitarlo, sirvió tres tazas de te y les dijo: -¿A qué debo su visita?-. ambos se miraron y cuando Ana se disponía a hablar, Diego le interrumpe: -Venimos para que nos diga como podemos acabar con la bestia que yace dentro de mi-.
El curandero les recordó de las complicaciones pero nunca espero que Diego le dijera que dentro de él yacía una bestia, hablaron durante horas y deciden quedarse en la aldea el tiempo que sea necesario. Pasaban los días y la siguiente luna llena se acercaba, el curandero pasaba las noches junto a Ana y Diego en busca de un antídoto para eliminar a la bestia pero todo era inútil; Sin embargo Diego comenzaba a perder las esperanzas de poder volver a tener una vida normal y la noche ya se acercaba y de lo más profundo del bosque toda la aldea escuchó el rugido que les puso los pelos de punta.
Al amanecer Diego notó esa sensación de ser observado mientras escuchaba el crujido de algo que se ocultaba en la oscuridad del bosque y al mirar hacia la entrada del bosque se topó con los enormes ojos de la bestia, Diego cayó sentado y al mirar nuevamente no vio nada, pensó: -¿Habrá Sido una alucinación? -. El día pasó muy rápido y Diego decide hablar con Ana de lo sucedido, Ana preocupada pero con la voz tranquila dice: -¿Pero no te pasó nada?-, ¿Dónde lo viste?-. Diego solo respondió que no podía seguir más así.
Al oírlo tan preocupado Ana pensó en lo peor que podría hacer su mejor amigo, pero trato de no darle cabeza a esa idea. Amaneció y solo faltaban dos días para la luna llena y Ana visita al curandero de la aldea el cual le dice una posible solucion pero que dejó con una sensación de heladez a Ana.
Durante la tarde Diego estaba descansando y una voz dentro de el le dijo que debía hacer y cómo debería actuar, Ana desconocía totalmente lo que Diego había soñado pero presentía que algo estaba pensando porque lo veía en sus ojos. Durante la noche Diego quiso salir de la aldea pero Ana lo detuvo y hablaron, Diego no le dijo lo que soñó pero dijo que iría al río para beber un poco de agua.
Finalmente llegó el día donde habría luna llena y Diego comenzó a sentirse malhumorado y ansioso pero todo estaba mal, empezó a estar agresivo y atacaba sin razonamiento y Ana sospechaba algo peligroso que el curandero le dijo que pasaría.
Casi ya era de noche cuando Ana va a ver a Diego y se dio cuenta que algo andaba mal, Su amigo se veía totalmente normal como si nada hubiera pasado pero no era una normalidad como la de siempre, ella sabía que algo pasaba lo podía sentir. Al caer la noche Ana estaba cenando cuando todo empezó, Diego comenzó a gritar desesperadamente y arrancándose la ropa y trataba de arrancarse la piel.
Ana trato de calmarlo pero todo fue en vano porque Diego comenzó a transformarse en la misma bestia que estuvo en la ciudad, Ana trataba de recordarle todos los momentos que pasaron para evitar que se transforme pero nada resultaba, Diego aquel joven y mejor amigo de Ana había desaparecido al transformarse en la misma bestia que la que vieron hace tiempo y con un aullido despertó a la gran bestia del bosque.
La bestia escapa del dormitorio y escucha el aullido de muchas bestias más, Se trataban de las personas que Diego atacó en la ciudad y se estaban juntando todos para ir a donde la gran bestia y empezar la invasión al mundo. Ana vio como la bestia que fue su amigo se iba rápidamente y ella lanzó una promesa al espíritu de su amigo que pase lo que pase haría hasta lo imposible para recuperarlo y lo selló con lágrimas en los ojos.
Próximamente la tercera y última parte de esta historia.
Lectores les saludo a todos lo que lean este relato, quiero pedirles por favor que critiquen con toda sinceridad y me ayuden a mejorar ya que la escritura es una pasión que tengo y aun lo llevo como una afición pero quiero llevarlo a lo profesional más adelante.
Un saludo a todos y nos vemos pronto con la última parte.