martes, 15 de noviembre de 2022

El bosque malditos 3 ( El fin de la bestia )

 Ha pasado dos semanas desde que Diego escapo convertido en una bestia, Ana junto al curandero han buscado a Diego por todo el bosque.

Ana comenzó a buscar en antiguos libros del curandero posibles soluciones para romper la maldición de la bestia pero solo había encontrado posibles repelentes para alejarlo; decidió buscar mas a fondo por una sección de antiguos curanderos y se encontró con uno en particular que le daría una esperanza para recuperar a su amigo. 

Profundizó en una antigua bitácora escrita por el curandero de aquella época donde alguien logró quitarse la maldición, pero a medida que leía se iba dando cuenta que las opciones eran riesgosas y posiblemente podrían no solo acabar con la bestia si no también con la vida de se amigo. Era el tiempo de entrar en acción y gracias a la bitácora del antiguo curandero podían hacer los preparativos para la cacería.

Pasada la media noche, Ana tuvo un sueño de la primera vez que visito el bosque con sus amigos y recordó que siempre que la bestia sale a cazar el bosque emana una densa neblina que impide la visión de los que estén en ella, sin embargo también recordó que a medida que la noche pasa la bestia pierde fuerza y es donde se podría generar una estrategia para acabar con el mal que tiene a su amigo hundido en una maldición junto a las persona de la ciudad.

Al amanecer, fue a buscar al curandero a su cabaña donde hablaron y estudiaron la bitácora cuidadosamente para no omitir nada importante, también decidió comentar el sueño que tuvo recordando las señales que se perciben cuando la bestia sale a cazar. Mientras buscaban la forma de romper la maldición, el curandero preguntó como habían acabado con la madre de la criatura que ahora acecha, pero cuando escucho la respuesta pensó en algo similar para acabar de una vez con todo pero que probablemente seria una misión sin retorno en caso saliera mal.

Por la tarde Ana estaba en un lago cercano refrescándose por el calor del bosque cuando comenzó a llenarse de neblina y enseguida corrió a ocultarse porque solo había una razón para aquella neblina, fue algo que le pareció extraño porque le hizo pensar en la posibilidad de que aquella bestia puede ser diferente a la primera. Se oculto en el arbusto mas cerca que tuvo y vio a la criatura que se acercaba lentamente para cazar a quien tuviera en frente; por otro lado el curandero estaba cerca del lago buscando algunas plantas que se nombraban en la bitácora cuando empezó a sentirse observado, se quedo quieto hasta saber donde estaba la criatura para poner en practica algo que hizo por la noche pero antes pensó en como sacar aquello sin ser atacado en el intento, pero todo se vería frustrado al escucharse un fuerte rugido de las profundidades del bosque que hizo saber que todas las criaturas estaban juntas incluyendo el que una vez fue Diego, tan pronto como aquella criatura se alejaba también lo hacia la neblina. 

Después de lo sucedido Ana y el curandero se reencontraron en la cabaña para hablar acerca de la posibilidad de que esta criatura sea diferente, mientras conversaban el curandero comento que había hecho una lanza con que tenia impregnada en el filo un liquido de una planta que aparece en la bitácora, pero el tiempo pasaba y había algo que les preocupaba y era el rugido que escucharon. Pero ya era hora de entrar en acción para acabar con todo y tratar de recuperar a Diego, casi era de noche y en la aldea la gente atemorizada se ocultaba en sus hogares, pero el curandero se pasaría el resto de la noche planeando como atrapar a la criatura junto con Ana y otros aldeanos que se ofrecieron a ayudar.

Llegado el amanecer era hora de poner en marcha el plan, luego de hacer algunas trampas para las criaturas aun faltaba decidir quien atraería a la criatura que se llevo a Diego. Todos querían ofrecerse para ello pero fue Ana quien dijo que seria la carnada mientras los demás distraían a las otras criaturas, decidieron hacerlo durante el día con la idea de que la neblina no sea muy densa y fue así como la teoría de Ana se comprobó cuando las criaturas salieron a cazar a los aldeanos que se hacían con lanzas impregnadas del liquido que el curandero utilizo gracias a la bitácora.

Ana se dirigió a otra parte del bosque porque ella tenia algo en mente y quiso comprobarlo ese momento, con el calor del bosque y la neblina que no eran tan densa por el sol se fue al lago que es donde se vería si salvaba a su amigo. A lo lejos se escuchaba a los aldeanos peleando pero en un segundo todo se sintió mal porque Ana supo que la criatura estaba cerca, al saber de donde venia la criatura, agarró la lanza pero esta tenia algo diferente porque no solo tenia impregnado el liquido de la planta si no que también tenia pedazos de la planta en el filo. 

Mientras se aseguraba de no ser presa fácil vio por el rabillo del ojo que algo se desplazo rápidamente pero no lograba ubicarlo así que decidió provocar a la criatura para que salga de una vez; por otro lado los aldeanos comenzaban a perder fuerzas por la intensidad del calor pero tenían que luchar por proteger su aldea, la orden del curandero fue no matar a las criaturas salvo a la que atrapó a Diego porque son seres vivos que también fueron maldecidos.

En el lago Ana encaraba a la criatura pero por la espalda saldría el que una vez fue su amigo intentando atacarla pero logró esquivar el ataque, se vio en una situación de desventaja porque eran dos contra uno, debía actuar rápido porque faltaban dos horas para el anochecer y la neblina comenzaba a ponerse más densa y dificultaba más la visión. Todo parecía estar en contra pero aún el sol brillaba y no le quedó de otra que atacar a Diego para herirlo y solo enfrentar a una sola criatura.

Mientras la criatura que fue Diego estaba herida, la otra intentó atacar logrando tirar la lanza al suelo junto con Ana, pero cuando todo parecía haber terminado y la criatura daría el golpe de gracia, el curandero lograría interponerse en el medio recibiendo el ataque y dándole la posibilidad de una vez por todas de atacar a coger la lanza logrando atravesar a la bestia en el corazón. 

En ese momento se escuchó un rugido agónico en todos lados, la bestia había muerto y con ella la maldición que transformó a las víctimas en criaturas sedientas de sangre, Diego estaba volviendo a ser humano pero estaba herido por el ataque de su amiga; por otro lado se escuchaban los gritos de felicidad de los aldeanos quienes corrieron a auxiliar a las personas que estaban volviendo a la normalidad.

Ana y Diego volvieron a encontrarse después de mucho tiempo, el curandero lamentablemente no soportaría las heridas que le provocó la bestia muriendo tras agonizar por varios días. Al cabo de una semana, los aldeanos le propusieron a los dos ser los nuevos curanderos y mantener el equilibrio del bosque para que nunca más vuelva a desatarse una maldición.

Del bosque desapareció todo rastro de lo que una vez fue el hogar de una bestia que cazaba y maldecía.