domingo, 7 de mayo de 2023

La Sangre del Amor ( 3 y 4 )

Capítulo 3: La confesión de Isabella


David no podía sacar de su mente lo que había visto esa noche. La belleza de Isabella había sido lo que lo había llevado a seguirla, pero ahora estaba más intrigado que nunca por su comportamiento extraño. Queria saber mas sobre ella y su mundo.

La mañana siguiente, David volvió al cementerio donde había visto a Isabella por primera vez. Esperaba encontrar alguna pista que pudiera entenderla mejor. Cuando llegó allí, se sorprendió al ver a Isabella de pie junto a una de las tumbas.

Hola David - dijo ella con una sonrisa en los labios.

David se quedó sin hablar por un momento, pero finalmente logró articular una respuesta.

Hola Isabella, ¿qué estás haciendo aquí?

Vine a visitar a un amigo - respondió ella señalando la tumba. - Pero ahora que estás aquí, tal vez haya algo que deba decirte.

David la miró con curiosidad. ¿Qué tenías que decir? ¿Había descubierto que él la había seguido la noche anterior? Su mente estaba llena de preguntas.

Sí, ¿qué es? - preguntó él.

Isabella respiró profundamente antes de hablar.

David, hay algo que debes saber sobre mí - dijo con una voz temblorosa. - Soy diferente a los demás. No soy lo que parezco.

David frunció el ceño ante sus palabras. ¿Qué quería decir con eso?

¿A qué te refieres, Isabella? - preguntó él.

Soy una vampira.

David abrió los ojos con sorpresa ante la confesión de Isabella. ¿Una criatura de la noche? ¿Una vampira?

¿Una vampira? - preguntó David en un susurro.

Isabella asintió lentamente.

Sí, David. Soy una vampira - garantiza ella con tristeza en su voz. - Pero por favor, no tengas miedo de mí.

David estaba atónito. No podía creer lo que estaba escuchando. Sin embargo, a pesar de la sorpresa y el miedo que sintió, su curiosidad se apoderó de él.

¿Cómo es posible? - preguntó David, aún incrédulo. - ¿Cómo te convertiste en vampira?

Isabella suspiró profundamente antes de comenzar su historia.

Fue hace muchos años, cuando aun era joven y hermosa. Conocí a un hombre que me ofreció la inmortalidad, la vida eterna - comenzó ella, grabando su pasado. - Al principio, pensé que era un sueño hecho realidad, pero pronto descubrí que había un precio muy alto que pagar. El precio de la sangre.

David escuchaba con atención cada palabra que salía de los labios de Isabella. Sus ojos no dejaban de mirarla fijamente, tratando de comprender todo lo que estaba escuchando.

Desde entonces, he vagado por el mundo, ocultándome de los humanos y tratando de controlar mi sed de sangre - continuó ella con un deje de tristeza en su voz. - Pero contigo, David, es diferente. Desde que te vi, algo ha cambiado en mí. Ya no siento la necesidad de lastimarte o hacerte daño. Solo quiero estar cerca de ti.

David escuchó atentamente cada palabra de Isabella y, aunque sintió miedo, también sintió una extraña atracción hacia ella. Era como si algo dentro de él lo atrajera hacia la vampira.

¿Por qué yo? - preguntó David, tratando de entender su situación.

Isabella se tomó un momento antes de responder. Sabía que David merecía una explicación.

No lo sé con certeza, David - dijo finalmente. - Solo sé que desde que te vi, algo en ti me atrajo. Tal vez sea tu bondad, tu pureza, o simplemente la forma en que me miras. Pero sé que quiero estar cerca de ti, protegerte.

David estaba confundido. ¿Cómo podía una vampira querer protegerlo? Pero a pesar de sus dudas, también sintió una extraña conexión con ella. Como si algo dentro de él lo llamara hacia Isabella.

Pero... ¿y la sangre? - preguntó David, recordando la condición de Isabella como vampira. - ¿No tienes hambre?

Isabella sonrió tristemente.

Sí, tengo hambre - admitió ella. - Pero ya no siento la necesidad de lastimarte o hacerte daño. Solo quiero estar cerca de ti.

David la miró con asombro. ¿Cómo podría confiar en ella? ¿Cómo podría estar seguro de que no lo lastimaría?

Lo siento, Isabella - dijo David. - Pero necesito tiempo para pensar. No puedo tomar una decisión tan importante sin antes estar seguro de lo que siento.

Isabella asintió comprensiva.

Lo entiendo, David. Tómate todo el tiempo que necesites. Pero por favor, no me abandones. No puedo soportar la idea de perderte.

David la miró a los ojos antes de salir del cementerio. Tenía mucho en qué pensar. ¿Podría confiar en ella? ¿Podría aceptarla por lo que era? Solo el tiempo lo diría.


Capítulo 4: La reflexión de David


David caminó por las calles de Edimburgo en silencio, perdido en sus pensamientos. La idea de que Isabella fuera una vampira era algo que no podía sacarse de la cabeza. Pero, por alguna razón, tampoco podía alejarse de ella.

Mientras caminaba, David reflexionó sobre su vida y sus decisiones. Recordó a su familia, sus amigos y todas las personas importantes que habían pasado por su vida. ¿Cómo podrían ellos reaccionar si supieran la verdad sobre Isabella? ¿Podría enfrentarse a su desaprobación?

Pero también pensado en Isabella. Recordó la forma en que ella lo miró con sus hermosos ojos, la suavidad de su piel y su cálida sonrisa. ¿Cómo podría abandonarla después de todo lo que habían pasado juntos?

Finalmente, David llegó a un parque cercano y se sentó en un banco, mirando hacia el cielo. Los rayos del sol se filtraban a través de las nubes, iluminando el mundo a su alrededor.

Fue entonces cuando David tomó su decisión. Sabía que no sería fácil, pero no podía ignorar sus sentimientos por Isabella. Necesitaba aceptarla por lo que era y estar dispuesto a luchar por su relación, sin importar las consecuencias.

Con una sonrisa decidida en su rostro, David se levantó del banco y se dirigió de regreso a la casa de Isabella. Sabía que tenía mucho que explicarle, pero también sabía que juntos podrían superar cualquier obstáculo.

Al llegar a la casa, David llamó a la puerta con determinación. Cuando Isabella abrió la puerta, él la tomó en sus brazos y la besó con pasión. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesto a luchar por su amor.

Después de ese apasionado beso, Isabella se apartó de David y lo miró fijamente a los ojos. Aunque no dijo nada, su mirada expresó una mezcla de emociones que David no pudo descifrar por completo. Él sabía que tenía que hablar con ella, explicarle sus pensamientos y sentimientos para que pudieran continuar juntos.

Se sentaron juntos en el sofá y David empezó a hablar. Le contó a Isabella sus pensamientos sobre su vida, su familia y sus amigos. Le explicó que estaba dispuesto a luchar por ella, aunque sabía que tendrían que enfrentarse a muchos obstáculos. Le aseguré que ella era la persona más importante en su vida en ese momento y que nada cambiaría eso.

Isabella escuchó atentamente cada palabra de David, sin interrumpirlo en ningún momento. Al final, ella tomó su mano y le dijo: "David, eres la persona más valiente que he conocido. Me alegra que hayas tomado esta decisión y quiero estar contigo en este camino que hemos elegido".

David sintió un gran alivio y se abrazaron duro. Él sabía que la lucha apenas comenzaba, pero se sentía más seguro con Isabella a su lado.

En los días siguientes, David e Isabella exploraron Edimburgo juntos, disfrutando de la belleza de la ciudad y de la compañía del otro. David se sintió afortunado de tener a Isabella en su vida y estaba seguro de que era la decisión correcta.

Pero no todo era perfecto. David sabía que tendría que enfrentarse a su familia y amigos, quienes no aceptarían fácilmente la verdad sobre Isabella. Además, sabía que había otros vampiros en la ciudad, algunos de los cuales podrían ser peligrosos.

A pesar de las dificultades que se avecinaban, David estaba seguro de que Isabella y él podrían superarlas juntos. Él había tomado su decisión y estaba dispuesto a luchar por su amor, cueste lo que cueste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario